¡A mí me compran libros!, por Teresa Tesoro

 


Yo aprendí a leer tarde, a los ocho años, pero después más nunca paré de leer.

El primer libro que leí fue un cuento infantil intitulado el “Ratón del Campo y el Ratón de la Ciudad”. Trataba de un ratón que vivía en el campo y visitaba a su primo que vivía en la ciudad, instalado en un hueco de una casa.  El ratón del campo pasó tantos sobresaltos en la casa de su primo que decidió mejor volver al campo.

El libro me lo regaló un amigo de mi papá. Mi papá que era un gran lector, cuando vio que yo era capaz de leer un libro completo, salió disparado para la librería, y aunque yo cumplo años en noviembre, me hizo mi regalo de cumpleaños en el mes de octubre. El regalo era dos libros infantiles de Monteiro Lobato, “Reinacoes de Narizinho” y “O Sitio do Picapau Amarelo”. Sí, yo empecé a leer en portugués, ya que mis padres eran inmigrantes españoles que vivían en Brasil, y en ese país nací y crecí yo.

Monteiro Lobato es un autor brasilero que escribió libros infantiles y de adultos. Los personajes de sus libros infantiles son una niña llamada Narizinho, su primo Pedrinho, una muñeca de trapo llamada Emilia que habla y que es realmente el personaje principal de sus libros. Los acompaña la abuela de los niños, doña Benta y su cocinera, tía Nastacia, y el Visconde de Sabugosa, un muñeco hecho de una panocha de maíz que también habla y es muy culto, y un rinoceronte amable y gentil llamado Quindin. Viven todos en el Sitio do Picapau Amarelo, una pequeña propiedad rural.

Y era tal mi pasión por los libros de Monteiro Lobato, que cuando mi tío y los amigos de la familia me daban dinero para comprar dulces, yo lo ahorraba para comprar libros. Conseguí en una librería cerca de casa una ganga y un tesoro a la vez: unos libros de Monteiro Lobato como nuevos, pero que eran más baratos porque tenían óxido en el borde de las hojas, cosa que se solucionaba con un poco de malla de acero, en unos pocos minutos dedicados a su limpieza.

En Navidad nos reuníamos con mi tío, su esposa y sus dos hijos, mis padres y yo. Mi padre le compraba regalos a mis primos y mi tío a mí.

Una Navidad, bajo el árbol estaban los dos tomos de “Los Doce Trabajos de Hércules” de Monteiro Lobato. En “Los Doce Trabajos de Hércules” los personajes de Monteiro Lobato se trasladan a la Grecia antigua y acompañan a Hércules en la realización de sus famosos Doce Trabajos, magistralmente contados por Monteiro Lobato. Yo me emocioné. Cuál fue mi desilusión cuando me di cuenta que mi regalo era un juego de ollitas y otro juego de tacitas. Los libros eran para mi primo. Pese a que mi tía explicó que mi tío había comprado muy ilusionado los cacharritos, yo estaba inconsolable. No los acepté de forma alguna, ¡yo quería los Doce Trabajo de Hércules!

Mi tía usando un recurso muy hábil, dijo que daría los juguetes a otras niñas, hijas de unos amigos de la familia, quizás pensando que yo retrocedería. Pero yo vi el cielo abierto:

-Sí, sí, sí, les regalan las ollas a esas niñas ¡y a mí me compran libros!

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